Las tormentas hacen que los árboles tengan raíces más profundas.
Para crecer más alto y ofrecer sus frutos...
Para crecer más alto y ofrecer sus frutos...
LA BRÚJULA
El Tarot es una brújula para encontrar nuestro rumbo. Una brújula compuesta de imágenes y símbolos para cabalgar las olas del caos. Nos invita a emprender el potencial viaje del ser humano a través de la escalera del Ser y manifestar su Destino desde el libre albedrío. Es un mapa imaginal de los distintos niveles de conciencia y de su correlato en nuestra vida; un ciclo de transformación hacia la profundidad/elevación del Ser para aprovechar nuestros talentos y el tesoro de la herida o el don de convertir cada paso en la vida, en un camino de Oro.
Según la psicología analítica desarrollada por Carl G. Jung, los Arcanos Mayores del Tarot son arquetipos de transformación: símbolos del eterno devenir del Ser. Son imágenes vivas y poéticas de procesos vitales, anímicos y espirituales, cuya integración conduce a la plenitud del potencial humano. Los desafíos y los descubrimientos de cada arquetipo varían, y la distribución que presentan a lo largo de los 22 Arcanos Mayores del Tarot de Marsella plasma un orden cósmico externo e interno: una lógica natural en el despliegue del potencial del universo a través del órgano portador de conciencia, es decir, nosotr@s.
El Tarot es una brújula para encontrar nuestro rumbo. Una brújula compuesta de imágenes y símbolos para cabalgar las olas del caos. Nos invita a emprender el potencial viaje del ser humano a través de la escalera del Ser y manifestar su Destino desde el libre albedrío. Es un mapa imaginal de los distintos niveles de conciencia y de su correlato en nuestra vida; un ciclo de transformación hacia la profundidad/elevación del Ser para aprovechar nuestros talentos y el tesoro de la herida o el don de convertir cada paso en la vida, en un camino de Oro.
Según la psicología analítica desarrollada por Carl G. Jung, los Arcanos Mayores del Tarot son arquetipos de transformación: símbolos del eterno devenir del Ser. Son imágenes vivas y poéticas de procesos vitales, anímicos y espirituales, cuya integración conduce a la plenitud del potencial humano. Los desafíos y los descubrimientos de cada arquetipo varían, y la distribución que presentan a lo largo de los 22 Arcanos Mayores del Tarot de Marsella plasma un orden cósmico externo e interno: una lógica natural en el despliegue del potencial del universo a través del órgano portador de conciencia, es decir, nosotr@s.
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Los símbolos del Tarot nos permiten analizar la repetición de esquemas y patrones: desvelan el origen de las heridas y los bloqueos a través de un diálogo con nosotros mismos. En este sentido, una lectura de Psicotarot tiene un efecto terapéutico innegable: es el primer peldaño para descubrir el núcleo de nuestra situación presente. Nos reconocemos, y en el instante de descubrir la herida o el bloqueo, algo en nuestro interior se diluye. El reconocimiento de la herida es el primer paso para aceptarla e integrarla en un proceso posterior, que exige elaboración terapéutica. Sanar no significa curar/eliminar. Sanar significa reconocer y aceptar la herida: volverse humano. Crecer en profundidad. Toda crisis/dolor implica una posibilidad de transformación a un nivel más profundo. A mayor profundidad, mayor conciencia. Y a mayor conciencia, mayor presencia ante lo real: el Misterio. Y la Presencia Apasionada que nos llevará a una nueva fase en el devenir, pues de las tormentas renaceremos con frutos maravillosos y con raíces profundas.